La
primera novela que comentaré es una de las más conocidas de toda la literatura
rusa: La muerte de Iván Illich, escrita por el gran León Tolstoi.
Se
ha dividido el comentario en 4 partes: primero una breve sinopsis de la obra,
luego una brevísima biografía del autor, después un análisis ético de la obra
(al ser esta una obra muy cargada con dilemas éticos y morales) y finalmente la
conclusión personal del autor de este blog.
Sinopsis [AVISO SPOILER ¡Si aún no habéis leido esta novela saltaros esta parte!]
La
muerte de Iván Illich es una novela corta escrita por el gran autor ruso Lev
Tolstoi a finales del siglo XIX. En ella se narra la historia de un hombre, el
cual da nombre a la novela, y que trata sobre la historia de su vida.
La
novela comienza con una serie de juristas que comentan la reciente muerte de
uno de sus compañeros. Uno de ellos va a visitar su sepelio y, después de
hablar con la viuda, hay un flashback que nos lleva años atrás: en el momento
en que nace el protagonista.
El
protagonista de la novela, Iván Illich Golovin, es un miembro de la pequeña
burguesía rusa que estudia derecho y se inicia en la carrera de jurisprudencia
gracias a los contactos de su padre. Lleva una vida muy normal, lo que se
podría denominar como el modelo de vida de las clases acomodadas rusas de la
época. Su día a día es muy regular y previsible: por las mañanas va a su
puesto de trabajo, el cual se toma muy en serio y con una gran profesionalidad. Al terminar su jornada laboral, se dedica a hacer actos de vida social en la
localidad en la que está destinado, demostrando ser un gran bailarín y un buen
jugador de cartas (aficiones muy normales de la burguesía de la época). Su
éxito con las mujeres es notable, pero después de pasar unos años de libertad,
al final se acaba casando con la que será su mujer. Se casa un poco por amor
pero sobre todo porque es lo que se supone que debe hacer un hombre de su
posición. Su matrimonio demuestra ser difícil. Ya desde buen principio los
malentendidos y las discusiones conyugales se repiten con bastante frecuencia,
hasta que la pareja decide tener descendencia. Para huir de la vida familiar,
la cual no tiene en mucha estima, Iván se centra cada vez más en su carrera
profesional y en los actos de sociedad. Procura estar siempre ocupado fuera de
casa, o en el caso de que sea imposible, intenta que en su casa haya invitados
para no tener que estar solo con su familia.
Su
nivel de gasto va en aumento debido a su intensa vida social, así que intenta
por medio de contactos poder acelerar su ascenso en la carrera funcionarial y
disponer de unos estipendios mayores. Para controlar el gasto decide llevar a su familia al campo
con el hermano de su mujer, mientras él se embarca en su progreso profesional. Gracias
a sus contactos consigue el puesto de trabajo indicado y se muda a una ciudad
importante. Está exultante. Lo primero que hace es adquirir una casa allí y enfrascarse en su decoración para mostrar a todas sus amistades su nueva posición
social. En uno de esos días de euforia, Iván Illich cae intentando colocar bien unas cortinas,
haciéndose un golpe en el costado. En un primer momento no le da ninguna importancia
al golpe, sigue con la decoración de la casa y espera que llegue su familia del campo.
El
tiempo va pasando y todo vuelve a su estado anterior. La felicidad efímera de
estrenar posición laboral y casa dura poco y el malestar familiar sigue
creciendo a la familia Golovin. Un día Iván nota un dolor creciente y
decide, por presión de su mujer, visitar a un médico para que le realice un
diagnóstico.
El
médico le receta unos medicamentos e Iván cumple religiosamente con todos los preceptos que le
indica. Sin embargo, el dolor no disminuye y sigue molestándolo
cada vez más.
Al
cabo de las semanas el malestar es insoportable, y aunque visita a otros médicos y usa una cantidad considerable de remedios
diversos, el dolor parece no disminuir. Es en este momento en que el
protagonista empieza a reflexionar sobre los males de la existencia humana y la
frivolidad de la gente que le rodea, que procura no mencionar lo que piensa:
el más que probable terrible desenlace de la enfermedad.
Sólo
se siente cómodo con un miembro del servicio, el cual pide que le haga compañía
y le alce las piernas para sentirse mejor. Es un chico sencillo, de campo,
que no está imbuido por las necesidades ni las maneras de hacer de la burguesía
a la que pertenece Iván y a la que tan odia ahora por no querer expresar lo que
realmente sucede.
Poco
a poco va empeorando. Empieza a sentir un miedo terrible hacia la muerte y se
suma en la desesperación más absoluta. Lo sabe. Todo esto viene del día en que,
queriendo mostrar a todo el mundo su nueva posición social, cayó intentando
colocar unas cortinas.
Los
pocos momentos en los que tiene una cierta esperanza, se aferra a la
posibilidad de encontrar una cura milagrosa para sus males, casi es una fe
religiosa y visceral en que todo se podrá solucionar.
En
sus últimos momentos, Iván Illich se intenta despedir de su familia, expresando
con gestos lo que no puede expresar en palabras. Justo en sus últimos momentos
desaparece su terror a la muerte, usando una metáfora muy bonita: procura
resistirse a caer a un pozo de oscuridad con todas sus fuerzas, pero resulta
que al final de este pozo negro ve una luz... ya no tiene miedo. No teme a la
muerte, porque para él, ya no existe.
La
obra termina en el instante en que deja de respirar y muere.
Autor
El
Conde Lev Nicolaevich Tolstoi fue un escritor ruso de la segunda mitad del
siglo XIX, miembro de una antigua familia noble en plena Rusia zarista. Nació
en la mansión familiar de las afueras de la ciudad de Tula. Se inició en la
carrera de Derecho, sin demasiado éxito académico, y prefirió dedicarse a disfrutar de los placeres de la vida, llegando a tener unas deudas de juego enormes. Para huir de sus acreedores, Tolstoi se alistó en el ejército imperial y es
destinado a las campañas del Cáucaso (región montañosa que delimita Europa y
Asia entre los mares Negro y Caspio, que por aquellos tiempos estaba siendo
conquistada por el Imperio Ruso). Fue después de vivir los horrores de la
guerra que Tolstoi empezó su carrera literaria.
Se
casó y se retiró a su casa familiar a escribir, ocupación que la ocupó el resto
de su vida. En su madurez, comienza a vivir una transformación espiritual que
lo convirtió en todo un asceta y un filósofo moral, acercándolo a la filosofía
anarcocomunista y convirtiéndose en un pacifista convencido.
En
plena transformación espiritual, Tolstoi escribe lo que para algunos (entre
ellos Mahatma Gandhi) es la mejor novela rusa de todos los tiempos: La Muerte
de Iván Illich.
Lev
Tolstoi murió en 1910 en su casa natal, la cual se convirtió en museo, y hoy
en día es reconocido como uno de los mejores escritores de la literatura rusa y
universal.
Análisis ético de la obra
Esta
obra tiene un fuerte contenido moral, o eso es lo que intentó transmitir el
autor. Ya en su concepción inicial, Tolstoi quiso escribir una novela con una
finalidad dogmática y moralista debido a su transformación espiritual. En esta
"obra protesta" el autor pone de manifiesto lo que considera que es
una falta de valores de su sociedad y de su clase social en particular.
Se
pueden encontrar varios conflictos éticos en esta obra. En primer lugar, debido a su entorno
familiar, Ivan Illich es conducido a seguir los pasos de su padre en la carrera
pública más por obligación que por vocación. Este hecho es el mismo que le
ocurrió al autor y en el que, casi seguro, se inspiró para esta obra.
Después, su vida disoluta en su juventud y su falta de autocrítica y valores
personales lo hacen llevarse por su entorno. Esto le lleva a casarse por
presión social, sin estar demasiado convencido. Esta falta de amor conyugal es
una de las criticas más encarnizadas de Tolstoi, el cual expresa la inutilidad
de casarse sin tener sentimientos fuertes por la otra persona. También se
expone la superficialidad del protagonista, al necesitar este de un aumento de
ingresos para poder hacer frente a sus gastos de exhibición social. El uso de
la metáfora de la caída mientras coloca unas cortinas para iniciar la
enfermedad que lo llevará a su muerte es el punto culminante de la obra (con la
excepción del final) en el que se quiere indicar la futilidad de la vida de
Iván y se quiere transmitir la idea de que todo acto superfluo nos priva del
verdadero sentido de la vida. El autor busca expresar la idea de que la vida
sin virtudes morales del protagonista es un error, y crea esta situación tan
cómica y tan dramática en el mismo momento de iniciar el final de la vida de Iván con un
acto tan cotidiano en la época para a su clase social como es colocar
unas cortinas a la última moda para buscar la admiración de sus conocidos.
A
partir de ahí se inicia una contradicción que va en aumento a medida que el
protagonista se da cuenta de su muerte inminente y que se podría entender como
la discusión tecnófoba - tecnófila. En un primer momento, Iván hace un caso
absoluto a las recetas del médico y cree que su conocimiento médico podrá
salvarlo y, por lo tanto, entiende que el conocimiento científico es suficiente
para salvarle la vida. El autor nos quiere dar aquí otra lección: la ciencia y la
tecnología no pueden hacer nada para salvar una vida vacía. Por lo tanto
podemos entender que el autor se muestra bastante incrédulo con la
tecnificación de la vida que se inició precisamente en la época en que fue
escrita esta obra.
Paralelamente
al empeoramiento de la salud del protagonista, éste se da cuenta de la
superficialidad y de la mentira constante en que vive la gente de su entorno, que esconde lo que verdaderamente piensa de él y lo trata con condescendencia.
Sólo un miembro del servicio tiene la simpatía del moribundo, un chico sencillo
y sin pretensiones que lo trata con sinceridad. El autor vuelve otra vez a
criticar la sociedad que él considera superficial ya valorar la sencillez de la
gente humilde.
Al
final de la obra, el protagonista pierde el miedo a la muere, que lo
paralizaba, y se muestra tranquilo y con paz consigo mismo. Tolstoi quiere
terminar la obra con el mensaje de que una vida vacía como la de Iván es como
una muerte en vida y que por tanto, no tiene nada que temer a la muerte.
El
conflicto que transmite esta obra en su conjunto es el de la dualidad de la
sociedad de que formaba parte del autor, entre lo que él considera negativo (la
occidentalización de la sociedad rusa , la pérdida de tradiciones, la pérdida
de la religiosidad, la superficialidad que ello conlleva, la deshumanificación, la pérdida de valores morales debidos al materialismo, la pérdida de fe y la
confianza en la tecnología y la ciencia, la infelicidad ) y lo que él considera
que se debería recuperar (valores religiosos que él entiende como valores
humanos, vuelta a la vida sencilla que tiene la agricultura rusa, sinceridad,
solidaridad, recuperar la fe, la felicidad de cumplir con el deber y de las
pequeñas cosas ).
Opinión personal
La muerte
de Iván Illich parece a primera vista una novela con un argumento bastante
simple: cuenta la historia de un hombre , prototipo de los hombres acomodados
de su tiempo , y con un nombre muy común en la lengua rusa para potenciar este
estereotipo, donde nos exponen su vida y las circunstancias de su muerte. Se
usan temas recurrentes que pueden ser perfectamente aplicados a la sociedad
contemporánea: la ambición, el nepotismo, los problemas matrimoniales y
familiares, el miedo a la muerte, la ociosidad, la necesidad de mostrar tus
posesiones materiales, etcétera.
Pero
afinando más la vista se pueden extraer muchas más cosas. Es una crítica
encarnizada a los valores de la sociedad de la que Tolstoi formaba parte, de
su moralidad dudosa, de su hipocresía brutal , de la alteración de prioridades
de sus miembros, de la superficialidad. Era una sociedad en la que es
valoraba la apariencia, el lujo, en donde la educación consistía en decir
palabras amables sin ser sinceros, sólo por apariencia; donde las amistades se
tenían por interés personal, donde la mayoría de la población vivía en la
miseria y la cúspide de la pirámide social se desentendía .
Lo
que es más preocupante no es la situación en que se vivía entonces, que lo es, sino que Tolstoi fracasara en su intento de hacernos reflexionar y que hoy en
día este esquema social se repita casi idénticamente. Aunque no ocurrir dentro
de un mismo país de una manera tan extrema, la globalización ha hecho
reorientar la jerarquía social de los seres humanos. Ahora ya no existe la
clase dominante en un país que subyuga a la mayoría, sino que algunos países y
sociedades subyugan a otros. Aunque esta división social tampoco ha erradicado
dentro de estos países, la creación de lo que se denomina " clase
media" ha hecho que la mayoría de la población de ellos tengan
solucionadas sus necesidades básicas. Pero al igual que en la Rusia
decimonónica de la novela, la población de estos países necesita adquirir
bienes materiales para intentar compensar la falta de valores morales y la
situación de infelicidad constante que nos crea la necesidad imperiosa de tener
cuantos más dinero mejor y querer ser o parecer mejor que tus iguales. Pero
esta sociedad de consumo desenfrenado se sustenta por la situación de miseria
en que, al igual que vivía la mayoría de la población rusa de la época de la
novela, vive la mayoría de la población mundial .
Pero
la gente no renunciará a los derechos adquiridos a lo largo del tiempo, y el
progreso a pesar de intentar ser erradicado, es una fuerza tan imparable como
el tiempo. La indignación social hacia nuestro sistema, que es el que nacía
en época de Tolstoi y que él hace más de un siglo atrás ya nos avisó de los
peligros que llevaba, llega a su fin.
Espero
sinceramente que los esfuerzos de este autor no sean en vano, y todo con
lentitud y paso vacilante, la humanidad siga su ejemplo y su reflexión
intemporal nos imbuya de la urgencia de la necesidad de cambiar las cosas.
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